Mar Palacio invitó ayer a los vecinos y los visitantes a disfrutar de la fiesta
Villafranca del Bierzo
Paula Díaz corresponsal villafranca
«La seducción que Villafranca ha ejercido desde siempre en todos aquellos que la han visitado, y siguen visitándola, no es efecto del vino, sino por su riqueza artística, su situación estratégica (¿), por el encanto de sus calles que destilan historia, por la gracia de su caserío y sobre todo por la hospitalidad de sus gentes». Con estas palabras, la presidenta del Instituto de Estudios Bercianos, Mar Palacio, dio ayer el pistoletazo de salida a las fiestas en honor al Santísimo Cristo de la Esperanza que se celebrarán en Villafranca hasta el próximo domingo. El pregón de Mar Palacio, que se inició tras las llegada de los tradicionales gigantes y cabezudos a la plaza Mayor al ritmo de la música de la Escola de Gaitas, estuvo teñido de recuerdos constantes. Precisamente, sus primeras palabras fueron para las personas que le han precedido en esta tarea, como los locutores radiofónicos Yolanda Ordás, Luis del Olmo y el escritor y poeta villafranquino Antonio Pereira. Sin embargo, uno de los momentos más emotivos fue cuando rememoró los inicios de su labor profesional en el Instituto 'Padre Sarmiento' y a sus entonces compañeros, docentes conocidos todavía hoy por varias generaciones de estudiantes bercianos. En sus palabras, la presidenta de IEB también hizo un recorrido por las figuras del mundo de la cultura que ha dado la villa, tales como Antonio Pereira, Juan Carlos Mestre, Eugenio de Arriba, Gilberto Núñez Ursinos, Ramón Carnicer y el matrimonio Hälffter, entre otros. Además lanzó un mensaje de alabanza a la riqueza patrimonial y natural de la pequeña Compostela. La pregonera se detuvo especialmente en el convento de La Anunciada, que este año celebra su 400 aniversario, y en su emblemático ciprés. Por último, Mar Palacio invitó a todos los villafranquinos y visitantes a vivir y disfrutar de las fiestas del Cristo, aunque antes pidió al patrón de la villa y del Bierzo «por el progreso de Villafranca y por el bienestar de sus gentes», abogando por «la conservación de este patrimonio arquitectónico y natural, y por salvaguardarlo del feísmo que por desgracia tanto abunda en otros. Con este pregón los villafranquinos abrieron las fiestas que llenarán las calles de Villafranca de alegría, ritmo y felicidad a lo largo de este fin de semana.
Paula Díaz corresponsal villafranca
«La seducción que Villafranca ha ejercido desde siempre en todos aquellos que la han visitado, y siguen visitándola, no es efecto del vino, sino por su riqueza artística, su situación estratégica (¿), por el encanto de sus calles que destilan historia, por la gracia de su caserío y sobre todo por la hospitalidad de sus gentes». Con estas palabras, la presidenta del Instituto de Estudios Bercianos, Mar Palacio, dio ayer el pistoletazo de salida a las fiestas en honor al Santísimo Cristo de la Esperanza que se celebrarán en Villafranca hasta el próximo domingo. El pregón de Mar Palacio, que se inició tras las llegada de los tradicionales gigantes y cabezudos a la plaza Mayor al ritmo de la música de la Escola de Gaitas, estuvo teñido de recuerdos constantes. Precisamente, sus primeras palabras fueron para las personas que le han precedido en esta tarea, como los locutores radiofónicos Yolanda Ordás, Luis del Olmo y el escritor y poeta villafranquino Antonio Pereira. Sin embargo, uno de los momentos más emotivos fue cuando rememoró los inicios de su labor profesional en el Instituto 'Padre Sarmiento' y a sus entonces compañeros, docentes conocidos todavía hoy por varias generaciones de estudiantes bercianos. En sus palabras, la presidenta de IEB también hizo un recorrido por las figuras del mundo de la cultura que ha dado la villa, tales como Antonio Pereira, Juan Carlos Mestre, Eugenio de Arriba, Gilberto Núñez Ursinos, Ramón Carnicer y el matrimonio Hälffter, entre otros. Además lanzó un mensaje de alabanza a la riqueza patrimonial y natural de la pequeña Compostela. La pregonera se detuvo especialmente en el convento de La Anunciada, que este año celebra su 400 aniversario, y en su emblemático ciprés. Por último, Mar Palacio invitó a todos los villafranquinos y visitantes a vivir y disfrutar de las fiestas del Cristo, aunque antes pidió al patrón de la villa y del Bierzo «por el progreso de Villafranca y por el bienestar de sus gentes», abogando por «la conservación de este patrimonio arquitectónico y natural, y por salvaguardarlo del feísmo que por desgracia tanto abunda en otros. Con este pregón los villafranquinos abrieron las fiestas que llenarán las calles de Villafranca de alegría, ritmo y felicidad a lo largo de este fin de semana.